Tobillo.

Ayer estaba entrenando carrera. Estaba satisfecho y contento. Pese a algunos imprevistos, estaba realizando una buena sesión.

Me faltaba solo una repetición de 500 metros a buena intensidad para acabar con 10 minutos de trote. Iba mirando el GPS para controlar la distancia cuando, de pronto, un paso en falso, un chasquido acompañado de un ruido demasiado familiar y dolor. Otra vez me he vuelto a torcer el tobillo.

Continué entrenando mientras maldecía mi mala suerte y tratando de engañarme que esta vez no iba a ser como las otras.

Acabé la repetición y incluso acabé los 10 minutos. Pero una vez llegué a casa y lo dejé reposar, ya tenía la pelota de tenis.

Hielo, Radio Salil, Voltarén, tobillera compresora y pié en alto. Me lo conozco al dedillo.

Hoy por la mañana más dolor y más reposo y pié en alto. Esta tarde tengo clase de natación. A ver que pasa...