Empezando por el principio, el 31 de diciembre corrí en la Sant Silvestre de Cadaqués, cosa que se está convirtiendo en una tradición, ya que ésta fué mi tercera participación.
Este año hubo unas cuantas variaciones respecto a las anteriores como fueron el cambio de la zona de salida y de llegada, siendo ésta en un lugar más céntrico de la población, así como un recorrido más largo. El hecho de que este año cayera en sábado hizo que hubiera más participantes que otras veces y que, por lo tanto, hubiera más ambiente.
Nos encontramos varios integrantes del club por lo que pudimos aprovechar para charlar un rato, conocernos algo más con los nuevos y intercambiar impresiones. En cuanto a la carrera, me centré en intentar llevar un ritmo lo más alto posible, pero intentando mantener de principio a final una buena ejecución del gesto de carrera y una buena técnica. Al final un buen tiempo (creo...) de 43 minutos y unas buenas sensaciones.
Y ayer domingo corrí en la Mitja Marató de Gavà, de la que siempre me habían oido que es una de las más rápidas de la zona. Pese a que arrastraba problemas en el tobillo derecho y en el gemelo izquierdo y que no las tenía todas conmigo, decidí plantarme en la línea de salida a las 09:30 horas y con una temperatura ambiente de 2º, tal como dijo el speaker.
Me encontré bastante bien hasta el kilómetro 14 más o menos, en que empecé a notar como se me cargaba el gemelo. Aún con las molestias llegué a meta con un tiempo de 1 hora 35 minutos, lo cual supone una mejora de unos 11 minutos respecto a la Mitja de Granollers del año pasado.
Este ha sido el motivo por elque he decidido llamar a este tema "¿Progresión?" ya que es en lo que llevo pensando desde ayer en que supe el tiempo empleado en correr la Mitja. No sé hasta que punto puede influir que esta sea mi tercera temporada entrenando regularmente y que, por tanto, se produzca una progresión lógica de mi rendimiento por este factor.
Pero siendo realista, soy consciente de que también tiene que haber influido en esta mejora el hecho de entrenar bajo la dirección del entrenador personal que contraté este mes de noviembre. Y es que, como cambio significativo en comparación con otras sesiones de entreno que había efectuado en estas mismas épocas del año en otras temporadas, las intensidades y los ritmos de trabajo actuales son mucho más altas y no por eso me siento más cansado o fatigado.
De momento, y pese a los problemas en forma de lesión que he expuesto antes, parece que voy asimilando bien el trabajo y estoy casi convencido al 100% de que se va a traducir en una mejora generalizada de mis tiempos esta temporada. Pero tambien soy consciente de que la temporada es muy larga y de que existe la posibilidad de llegar fundido o demasiado fatigado a los últimos meses. Por lo que habré de estar atento a cualquier señal que se pueda producir en este sentido.