sábado, 3 de enero de 2015

Este cuento se acabó...

Deseaba que no llegara el momento de tener que escribir este post, pero hace tiempo que sabía que ese día estaba muy cerca.

Desde hace unos cuantos años ya, alrededor de 20, estoy operado del archiconocido en el mundillo del futbol y en algún otro deporte ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. En su momento el doctor que me operó me comentó que había quedado alguna lesión irreversible que, con el tiempo, daría guerra. Y así ha sido sobre todo este año.

A principios de este 2014, con el objetivo puesto en el Triathlon de Vitoria en la distancia IRON, ya noté que algo no acababa de ir bien en la rodilla, sobre todo durante y después de las sesiones de carrera. A lo largo de la temporada las molestias fueron aumentando pese a que intentaba controlar lo máximo posible la carga de trabajo.

El problema se hizo real especialmente al final de esta temporada, durante el segmento de carrera del Half de Empuriabrava y, sobre todo, por la tarde y en días posteriores en que la rodilla se inflamó y el dolor tardó en desaparecer.

Después fisio, reposo, poca carrera y, al final, la confirmación hace unas semanas mediante una ECO: principio de artrosis por degeneración del cartílago. Prescripción: se acabó el correr y, con ello, los triatlones.

Confieso que estoy descolocado y que siento como una especie de vacío. Han sido 5 años practicando este deporte y, pese a los momentos duros en algunos entrenamientos y competiciones, solo me viene a la cabeza todo lo positivo vivido: sensaciones, amistades, forma de vida, viajes, proyectos, retos…

Pero todo esto se ha acabado, al menos como lo había practicado hasta ahora, y tocan algunos cambios. Por lo menos, me queda la bici y la natación, así que supongo que algo haremos.