viernes, 15 de marzo de 2019

Temporada 2018-2019

Como viene siendo habitual por estas fechas, hace ya unos meses que di por iniciada la temporada 2018-2019 con la intención de contar con los servicios de un entrenador. Prácticamente siempre me he autoentrenado y este año quería cambiar la metodología y contar con una perspectiva externa para intentar conseguir el máximo rendimiento posible.

Por eso en octubre del 2018 llegué a un acuerdo con un entrenador que tenía las condiciones que buscaba. Control de los entrenamientos con Training Peaks o Golden Cheetah, sesiones de bici por potencia y control con WKO+, cierta experiencia y licenciatura. Pero cuando ya llevaba unas cuantas semanas con él, me di cuenta que mis obligaciones familiares, laborales y demás, no casaban demasiado con su metodología y, sobre todo, con su comunicación.

Por lo que, después de finalizar con él de forma totalmente amistosa, me encontré de nuevo buscando entrenador, del cual ya dispongo desde hace cerca de un mes.

Todo va sobre lo previsto y, tal como necesito, adapta las sesiones de entrenamiento a mis horarios, por lo que en este sentido, no debo preocuparme de mucho más que de entrenar, llegar a los objetivos de cada sesión y recuperarme.

Este cambio que preveía que iba a ser el único y más importante de la temporada, se fastidió hacer un par de semanas con la rotura de nuevo del cuadro de mi bici de ruta CUBE. El mismo sitio que en el anterior, en una de las vainas traseras, pero esta vez ya se había acabado la garantía, por lo que tocaba rascarse el bolsillo antes y más de lo previsto.

Y la elegida ha sido una preciosa Tarmac que, después de unos cuantos kilómetros, noto mucho más rígida y reactiva que la Cube y que se adapta mucho mejor a mis características. Así que, aún y el contratiempo, cada vez estoy más contento con el cambio.

En cuanto a los objetivos de este año, pues la primera parte de la temporada no difiere mucho de las anteriores en que comenzaré compitiendo en pruebas relacionadas con la bici. Eso sí, las sesiones son mucho más exigentes que las de años anteriores, por lo que mi estado de forma es mejor. Además, una vez superado algun que otro problema habitual con mis gemelos, no he dejado de tocar la carrera a pié así como la natación cada semana con la mirada puesta en los triatlones de la segunda parte del ciclo.

Lo único que me preocupa ahora es si estas cargas de trabajo las podré aguantarlas todo el año, más a nivel mental que físico. Pero ya se sabe, el que algo quiere, algo le cuesta.