jueves, 19 de noviembre de 2009

Vilanova i la Geltrú y último acto.

Estamos a principios de octubre. Intenté inscribirme en el Triatló Garmin de Barcelona pero ya no quedaban plazas. Buscando ví que estaba abierta la inscripción para el X Triatló Sprint Ciutat de Vilanova del 11 de octubre. Lo consulté con mi mujer y decidimos ir, haciendo noche antes allí en compañía del pequeño. Un fin de semana completito...

Del hotel se encargó Marta. Una habitación de aparthotel en pleno recorrido de la triatlón y a unos 500 metros de la salida y de la zona de boxes. Mejor imposible.

Por si el tiempo lo precisa y aprovechando una buena oferta, me hago con un neopreno de segunda mano del que no recuerdo ni la marca. Al final no fué necesario y no lo llegué ni a sacar de la funda.

El día antes de la prueba nos plantamos en el lugar. El apartamento perfecto y la zona immejorable, pegados a la costa. Dedicamos el resto del día a instalarnos, echar un vistazo en boxes y en la meta, confirmar las horas para dejar el material y la salida y hacer un poco de turismo por la ciudad.

A las 07:00 horas de la mañana del día de la prueba suena el despertador. Cojo la bicicleta y los trastos y me planto en boxes dando un paseito. Espero un rato a que los abran y una vez lo he dejado todo preparado, vuelvo al apartamento. Desayuno tranquilamente y me voy a tomar un café con leche a un bar para hacer tiempo. Desde la terraza donde estoy veo los integrantes de la primera salida. Se acerca la hora y me despido de la familia

Son las 11:00 horas y estamos en la playa unos 300 y pico triatletas. Estoy pensando en si me he puesto en un buen sitio cuando de pronto alguien grita y todos nos ponemos a aplaudir. ¡Coñe!, se me puso la piel de gallina y todo...

A continuación pongo el resumen de la carrera que colgué al día siguiente en una web:

"El Tri ha estado bién. He salido a las 11:00 horas y había mucho y buen ambiente y buena temperatura.

Por partes. En la natación ha habido golpes por un tubo, especialmente en la salida y en el paso por las dos boyas. Todo y así he tenido suerte y no me han saltado las gafas.

Los boxes no se acababan nunca pero una vez subido en la bicicleta el circuito transcurría en gran parte por el interior de la población, con todo lo que conlleva. Entre tanta curva, rotonda, giro de calle, giro de 180º y repechos de subida y bajada casi continuos se hacía difícil mantener un ritmo constante. Por cierto, acabando la segunda vuelta, en una de las vías que llevaban a la playa, una chica que acompañaba a una anciana ha decidido que el momento de cruzar la calle era cuando veníamos un grupo de unos 4 ó 5 ciclistas, entre los que me incluyo, a unos 40 km/h. Impresionante que nadie se haya hecho daño.

De nuevo los inacabables boxes y a correr. Circuito llano, entretenido y bonito al lado del mar. Amenizado con música de una "tamborinada", dos avituallamientos de agua y vas que chutas, y paso por una terraza de un bar-chiringuito mientras la gente estaba haciendo el aperitivo.

Me ha gustado. Al principio de cada prueba no me he sentido muy bien, pero he ido yendo de menos a más. Supòngo que he acusado los 20 km. de montaña que corrí el pasado domingo.".

Reconozco que me he enganchado completamente a esto del triatlón y me gusta. Además, como dije al inicio de este blog, la idea de terminar un IRONMAN empieza a tomar forma.


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