domingo, 20 de mayo de 2012

¿Qué estoy haciendo aquí?.

- ¿Qué estoy haciendo aquí?. Acaban de decir que solo falta un minuto para que den la salida. ¡Joder!. Con lo bien que estaría sentado en la terracita esa que hay al lado de boxes y no aquí, en la orilla de la playa rodeado de tíos y tías vestidos de negro y con cara de que me van a pasar por encima en cuanto me tire al agua.
- Debería haber calentado un  poco más, me noto un poco agarrotado. ¿Estoy bien situado?. Quizás sería mejor ir un poco más atrás, no vaya a ser que estorbe demasiado y me salten las gafas a las primeras de cambio.
- ¿Qué estoy haciendo aquí?. ¡Coño!. Acaban de dar la salida. Corre. Esquiva a ese. ¡Tírate ya!. Venga, empieza a nadar. Estira bien los brazos. ¡Uf!. Qué manotazo me acaba de dar este. Venga sigue, que llega la primera boya. Esto, ¿es una medusa?. No, es una bolsa de plástico, menos mal. Debe haber mala mar, llevo ya tragados unos cuantos litros de agua salada.
- ¡Venga va!. Intenta apretar un poco más que ya estás llegando a la orilla. Recuerda, primero te subes las gafas, te quitas el gorro, te bajas la cremallera del traje... No, al revés, te bajas la cremallera del traje, te subes el gorro... Da igual pero empieza a hacer algo que ya estás corriendo hacia boxes. ¡Mira!. Ahí está la familia, les diría algo pero no sé ni donde tengo las manos ni que estoy haciendo con ellas.
- ¿Donde está la bici?. La referencia, acuérdate de la referencia. ¡Ah sí!. ¡Ahí está!. ¡Joder!. Este mono me la tiene jurada con los tobillos. ¡Por fin!, ya ha salido. El casco. No, primero el dorsal. Ahora el casco. ¡Ponte las zapatillas, rápido!. De esta semana no pasa y me compro unas zapas de bici de transición rápida. ¡Corre!, ¡corre!, ¡esquiva a ese!, ¡pero no te pares, corre!. ¿Y la línea?, ¿donde está la línea?. ¡Ahí!. Venga salta sobre la bici. ¡Va!, ¿a qué esperas?. ¡Joder!, ¡qué ostia en los h...!. De este año no pasa, tengo que entrenar los saltos sobre la bici.
- Coge velocidad, acábate de abrochar las zapatillas y pedalea. ¡Vamos!. Ya estoy pedaleando y me está pasando todo el mundo. Recuerda, la genética no se entretuvo mucho contigo y necesitas coger temperatura. Además, siempre es mejor conservar algo para cuando... ¡Qué coño!, ¡conservar algo...!. Pedalea desde el principio a tope o recuerda la cara de tonto cuando te buscas en la lista de clasificación final y te ves más abajo de lo que esperabas. Sí, es verdad, pero esta subida no se acaba nunca. ¡Joder!, no lo entiendo. Como pueden haber subidas tan largas en 20 km. Va, esto va bien. Ya has adelantado a unos cuantos.
- Empieza la bajada. Tu punto fuerte. Adelanta, ponte a rueda de este, adelanta, ¡ojo esa curva!, ¡uuuuuuf!, ¡por poco!. Estamos llegando a boxes. Empieza a desabrocharte las zapatillas y busca la línea.
- ¡Mira!, ahí está la familia. No saludes por no soltar las manos, pero al menos sonríeles. ¡Cuidado!, que te pasas la línea. ¡Venga!, ¡corre!. Busca la referencia. ¿Alguien ha movido las referencias de sitio?. ¡Ah, coño!, ¡Hemos entrado al revés...!. Busca las zapatillas entonces. ¡Ahí están!. ¡Rápido!. ¡Deja la bici!, ¡desabrochate el casco!, ¡ponte las zapatillas!, y... corre, corre...
- Y este dolor, ¿qué es?. Qué va a ser, tu genética que la llevas al límite. Afloja un poco y el dolor pasará, pero también te pasa este que te acaba de adelantar, y este, y este otro... ¡Venga!, ¡Aprieta un poco!. Menos mal que el terreno es llano... Quién me mandaba hablar. La única subida que hay en la zona y por ella nos hacen pasar. Seguro que es corta. Tenía que haber mirado el recorrido antes... ¡Joder!, ¡no se acaba nunca...!. Por fin, la bajada. ¡Ostia!. Me duele todo. ¡Va!. Los últimos metros. Ahí está la familia. Línea de meta. ¿Qué me dan?. ¡Ah sí!, la bolsa con la camiseta. Mejor que me dieran una botella de oxígeno. Por cierto, hace un rato, en la playa, ¿en qué estaba pensando instantes antes de la salida?. ¡Ah, sí!, ¿qué estoy haciendo aquí?.

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