Sé que a estas alturas del juego puede sonar extraño, pero unos seis meses después de los primeros dolores y de unas siete semanas de tratamiento fisioterapéutico con su correspondiente período de reposo, todavía no soy capaz de asegurar si mejoro de la lesión de rodilla.
Del esguince del tobillo ya casi no quedan más señales que alguna molestia puntual y el dolor de los hombros, supongo que por alguna sobrecarga, empieza a remitir.
Aún y así, estoy entrenando días alternos natación y carrera continua. De esta última disciplina he llegado a completar sesiones de 45 minutos sin excesivos apuros y con la sensación de que voy mejorando el ritmo.
En teoría, este viernes próximo me subiré a la bicicleta para ver que tal responde la rodilla, aunque no las tengo todas conmigo.
Por cierto, la banda de pecho de mi pulsometro Suunto T6 que hacía más de 3 años que me acompañaba se ha roto y estoy tratando de decidir que compro. Como acostumbra a pasar en estos casos, cuanta más variedad miro, más dudas tengo.
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