Perder la forma para mejorar.

El título de este post es la frase que más me ha venido a la cabeza estas dos últimas semanas. Y es que el pasado 13 de octubre, un día después de mi última competición, empecé quince días de transición o de descanso antes de encarar el nuevo ciclo.

Durante estas dos semanas me he limitado a tocar la piscina 3 ó 4 veces de forma muy suave, correr 2 ó 3 veces muy suave y no mas de 30 minutos, y he montado en bicicleta de forma totalmente relajada y sin ninguna aspiración.

No deja de ser extraño que la busqueda de una progresión del rendimiento deportivo de un año a otro pase por perder la forma deliberadamente un momento concreto de la temporada para luego, volverla a buscar.

Y como disponía de algo más de tiempo libre, estas dos semanas he aprovechado para preparar el material de la próxima temporada y empezar a concretar objetivos, con algunas novedades .

Hoy lunes 28 de octubre empiezo la nueva temporada y, más o menos, ya tengo preparada la planificación deportiva, la cual intentaré describirla en este blog en las próximas entradas.