Como ya comenté en un anterior post, este domingo 22 de
julio participé en una de las competiciones que tenía marcada en negrita para
esta temporada y es la Gran Fondo Andorra MTB. Una prueba con dos recorridos,
uno largo de unos 90 km y otro más corto de unos 50 km, que fue el que realicé.
La prueba cambió de organizador este año pero el recorrido
acabó siendo exactamente el mismo que el del año anterior, por lo que se me presentaba
una excelente oportunidad de poder comparar datos, y algunos han sido muy
interesantes.
La salida de la distancia corta se realizó en 2 tandas, con
15’ de diferencia y yo salí en la segunda. Sinceramente, vista la experiencia,
creo que es mejor salir en la primera para tener mejores referencias y evitar corredores
con ritmo más lento, como sucedió.
Pese a la lluvia caída los días anteriores, el terreno
estaba bastante seco y pedregoso. Se trata de un circuito sin demasiadas
complicaciones técnicas que transcurre en su mayor parte por pistas y caminos
relativamente anchos y con largas subidas y bajadas.
La primera parte empieza con una subida sostenida relativamente
corta en la que me situé en las primeras plazas que ya no abandoné.
Inmediatamente se empieza a descender por una pista que combina camino algo
estrecho y técnico con tramos rápidos y más fáciles e, incluso, algo de
asfalto. Llegados a este punto, una de las complicaciones, como ya he comentado
antes, consiste en encontrar el espacio correcto para poder ir superando a
algunos ciclistas rezagados de la primera salida sin perder ritmo ni velocidad.
Finalizada esta bajada, empieza la primera subida larga y exigente
por una pista sin muchos más problemas que la pendiente y la longitud. Me noté con
un buen ritmo y sensaciones, y decidí no forzar demasiado para poder encarar
con garantías el último tramo.
Un nuevo descenso en gran parte esta vez por un camino más
estrecho, técnico y complicado sobre todo por el tipo de terreno rocoso. El
cansancio empieza a hacer acto de presencia pero el agarre de la bicicleta es
bueno y me noto muy seguro en las trazadas. Es un hecho que haber cambiado las
cubiertas hace muy poco favorece esta sensación. Tengo demasiada tendencia a agotar material... Además, no cuesta demasiado
encontrar una buena rueda de referencia que me permite ganar algo de velocidad.
Y casi sin darme cuenta, me encuentro iniciando el último
tramo que empieza con la subida más larga y dura del circuito. Aquí decido dar
todo lo que me pueda quedar y me impongo un exigente ritmo que me permite llegar
a la ansiada meta en la 19ª posición absoluta con un tiempo de 2h27’56”
segundos.
Se da la circunstancia de que en el 2017 tardé 2h37’28” y la
posición fue exactamente la misma, el 19º. Pero el número de participantes eran
menos de la mitad de esta edición del 2018 lo cual, a mi entender, indica que
el deporte popular todavía no ha parado de crecer y que su nivel tampoco. ¿Nos
veremos el año que viene? Aún es pronto para decidirlo.
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