1º.- Intentar llegar con tiempo de
sobras a todos los trámites: recogida de dorsales, brieffing,
entrega de material en boxes, inicio de la prueba... En mi caso, el
estrés acumulado de las últimas semanas provocaba que cualquier
contratiempo, por pequeño que fuera, me agobiara bastante.
2º.- Repasar bien y varias veces todo
el material días antes de salir de casa. Suena muy obvio pero en la
zona donde se ubicó la T1, el día antes de la prueba montaron un
pequeño taller para reparaciones rápidas de la bici y os aseguro
que no les faltó trabajo, empezando por un servidor por un corte en
la cubierta trasera.
3º.- Se repite siempre, pero no por
eso deja de ser menos importante: no estrenar nada el día de la
prueba. No solo en cuanto a zapatillas, bicicleta, etc…, sino cosas
que nos pueden parecer superficiales como ropa, geles, gafas,
calcetines, viseras, gorras, sistemas de fijación en la bici, etc…
4º.- Si fijais algo en la bicicleta y
tenéis la más mínima sospecha de que puede caerse, se caerá. Todo
el material “extra” (bomba, cámara de repuesto, geles, barritas,
etc…) debe ir bien sujeto y con garantías. Siempre podemos
enganchar algo con celo o cinta aislante, pero 180 km. con baches,
cambios de ritmo, balanceos, etc… seguro que pondrán a prueba
cualquier fijación.
5º.- Si dejáis la bicicleta en boxes
el día antes de la prueba, tened presente que seguramente habrá
humedad por la noche. Por lo que todo lo que hayáis sujeto con celo o
cinta aislante os lo vais a encontrar mojado y medio suelto. Volver
al consejo núm. 4.
6ª.- Crema de sol sí o sí. La tenía
preparada, no me la puse (aún no sé bien porqué) y todo este
verano voy a lucir un bonito bronceado de omoplatos y parte baja de
la espalda.
7º.- A menos de que vuestros
compromisos publicitarios os obliguen a ir siempre con el mono de
tri, mejor ponerse un maillot de bici para la bici (e incluso un
culotte) y el mono para correr. Iréis mucho más cómodos, podreis
dejar algo de material (geles, barritas, cámara de recambio…) en
el bolsillo del maillot para el tramo ciclista, y si os cambiáis de
ropa para correr, iréis algo más secos y cómodos. Y a partir de
unas cuantas horas, puedo asegurar que cierta comodidad se va
agradeciendo cada vez más.
8º.-Si estáis muy habituados a hacerlo
y os resulta cómodo, podéis dejar las zapatillas de la bici
preparadas en esta para saltar encima y empezar a pedalear. Yo lo
hice así y no creo que lo repita. Sinceramente, en un triatlón de larga distancia no creo
que valgan la pena esos 10 o 15 segundos de ganancia.
9º.- No es necesario correr uno o
varios maratones para preparar un triatlón distancia Ironman, pero
sí he aprendido que el segmento que marca las diferencias y el que
crea más posibilidades de abandono, al menos en mi caso, es el de la
carrera, pese a que el de la bici es el más largo. Por lo que cuando
hayáis acabado de planificar vuestra preparación, añadid algo más
de carrera. Y cuando lo hayáis hecho, no estaría de más añadir un
poco más. No se trata de hacer más sesiones, sino de alargarlas un
poco para conocer y alejar lo máximo los síntomas de fatiga.
10º.- Disfrutar
al máximo y prepararse para los malos momentos que no van a
consistir solo en tener que bajar el ritmo por cansancio o fatiga,
sino en pensar muy seriamente en abandonar, retirarse y enviar al traste meses y meses de
preparación. En estos casos, lo mejor es caminar, estirar (si los
calambres lo permiten…), beber, comer e irse marcando pequeños
objetivos a la espera de que vengan mejores momentos.
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