Tal como comenté, se basa en una
planificación convencional con tres períodos bien diferenciados
(preparatorio, específico y competitivo), cada uno con una serie de
directrices distintas.
El período
preparatorio se caracteriza por un trabajo a bajas intensidades (% de
la FCMáx. en niveles aeróbicos) y con un volumen inicial contenido
pero que irá incrementándose en las 3 disciplinas con el paso de
las semanas. He previsto empezar los primeros microciclos con tiradas
suaves a un 65% de mi FCMáx, e ir incrementando este ritmo para
acabar este período con sesiones relativamente largas y
permaneciendo gran parte del tiempo en, más o menos, el 80% de mi
FCMáx.
El período específico dará paso a
una carga de trabajo más elevada con un volumen importante pero
decreciente con el paso de las semanas y con intensidades altas a fin
de entrenar diversos parámetros como el umbral anaeróbico o de
lactato, la zona mixta, el VAM, etc...
Y por último, en el período
competitivo, las sesiones de entrenamiento serán más cortas y a
ritmos variables, y con parte del trabajo a ritmo de competición, ya
sea en distancias parciales o totales de las pruebas objetivo.
Tanto en la fase específica como en la
competitiva va a ser crucial la gestión de la carga y el descanso
para intentar no quedarme corto ni sobreentrenarme. Por ello, parte
de la planificación, sobre todo en el período específico y algo en
el de base, sigue el sistema conocido y habitual de 3 microciclos de
carga y uno de descarga.
También, y para intentar afinar lo
máximo posible, he contemplado y planificado una serie de tests en
diversos momentos del macrociclo con los que espero conseguir
suficiente información acerca de si estoy haciendo más o menos bien
las cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario