lunes, 27 de septiembre de 2010

Final de temporada.

He dado por finalizada la temporada 2009-2010 con un balance bastante desolador por una parte, pero de la que he aprendido algunas cosas.

A nivel de competiciones la participación es pobre, muy pobre, más teniendo en cuenta que este año tenía que comerme el mundo, o casi... Én diciembre una San Silvestre de 7 km. con bastante desnivel, en julio una media maratón por la montaña y en agosto una travesía en el mar de 1500 metros.

En cuanto a lesiones, la cosa se anima con varios esguinces de tobillo y dos tendinitis que han marcado mi calendario como no pensaba que podía suceder.

Pero como todo enseña, de esta temporada me quedo con lo aprendido de constancia, paciencia, resignación, cambio de planes y, sobre todo, de la fragilidad del cuerpo.

En cuanto a los entrenamientos, esta semana en curso la dedico a bajar la cantidad y la intensidad para empezar en las dos siguientes un pequeño período de transición.

La planificación de la próxima temporada va a variar respecto a la actual con aumentos en distancias y tiempos de entreno y con dos o tres objetivos en el calendario: la Marató de Barcelona i el Terra de Remences, y un triatlón olímpico que todavía no he decidido.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Otra más...

Definitivamente 2010 no ha sido mi año. Este sábado iba a participar en el Triatló Olímpic de Tossa de Mar y ya no va a poder ser.

Creo que llevaba una buena preparación y era factible acabarlo en una posición "digna". Incluso estas últimas semanas había estado insistiendo en la preparación de puertos de montaña en bicicleta, por el ascenso al puerto de 2a. categoría de la prueba, y había tenido buenas sensaciones.

Pero ayer, realizando un poco de carrera contínua, me volví a torcer el tobillo derecho por tercera vez este año.

Y con una mezcla de abatimiento, tristeza, rabia y resignación, mientras estaba estirado en el sofá de casa poniéndome hielo, iba haciendo recuento de las lesiones que me han acompañado este año y que, al final, han condicionado al máximo mi participación en triatloes y en otro tipo de competiciones.

En febrero una tendinitis en la rodilla, de la que todavía tengo alguna secuela, y el primer esguince de tobillo me dejaron en el dique seco cerca de dos meses en los que únicamente pude incidir en la natación. Este aumento de los entrenamientos de nado provocaron que con el tiempo tuviera molestias en un hombro que derivaron tambien en una tendinitis, aunque no me alejó de las piscinas.

En julio, participando en una travesía de montaña, sufrí el segundo esguince de tobillo que, si bien no alteró demasiado mi preparación, sí supuso un jarro de agua fría a mis aspiraciones de llegar al mes de agosto a tope y condicionó mi participación en otras pruebas.

Y ahora, que parecía que por fin iba a poder debutar este año en un triatlón y de la distancia olímpica, se ha ido todo al traste en menos de un segundo.

En fin, creo que ahora debo aumentar la dosis de resignación y tranquilidad y asumir que esta temporada está llegando al final, por lo que quizás es hora de empezar a pensar en la planificación de la siguiente. Y, sobre todo, pensar en recuperar el tobillo y incorporar ejercicios y pautas al entrenamiento para evitar volver a pasar por lo de este año.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Vacaciones y crucero.

Estoy de vacaciones desde hace un par de semanas y acabamos de llegar de un crucero por el Mediterraneo, más concretamente por Francia, Italia y Túnez.

Hacía tiempo que planeábamos hacerlo, pero no habíamos tenido la oportunidad hasta ahora. Además, nos lo recomendaron mucho por Aleix, y la verdad es que se lo ha pasado muy bien.

Ha sido una semana de mucho relax, aunque no total, ya que el barco disponía de gimnasio en el que pude entrenar un poco la carrera continua en la cinta y algo de bicicleta en la estática. La natación sí que la tuve que abandonar ya que el tamaño de las piscinas era demasiado poco para nada.

Incluso aprovechando el día que estábamos amarrados en Livorno salí a correr una hora por el muelle.

Aún con todo, reconozco que ha sido más una semana de descanso activo que una semana de preparación a unos 15 días del Triatlón de Tossa de Mar. Pero me ha ido muy bien a nivel mental.

He tenido la suerte de no haber cogido peso, por lo que mantengo mis 89-90 kg.

Una vez finalizado, me ha costado volver a sentirme físicamente tan bien como cuando partimos pero hoy miércoles, realizando carrera continua, he empezado a tener muy buenas sensaciones.

Y para finalizar, os muestro esta foto tomada desde el puerto de Villefranche, situado entre Monaco y Niza, donde amarramos el primer día.